Si sueña con un asado perfecto, nunca estará de más contar con algunos consejos que le ayuden a triunfar como parrillero.
Por esta razón, le compartimos diez sencillos consejos que podrá poner en práctica en su próxima parrillada.
1. Prepare la parrilla. Antes de poner manos a la obra, es fundamental limpiar el asador. Una parrilla sucia provoca que los alimentos se cocinen de forma dispareja, ya que las capas que se generan de cocciones anteriores crean una barrera para el fuego.
Otro aspecto esencial, si utiliza parrillas de gas, es asegurarse de que las conexiones entre el cilindro y el asador estén bien colocadas y libres de fugas.
2. Conserve el jugo de sus carnes. Deje reposar el alimento a temperatura ambiente al menos 10 minutos antes de cortarlo. Si realiza incisiones mientras está al fuego, perderá gran parte de su jugosidad.
3. Sazone la parrilla. Ya sea una parrilla de gas, infrarroja o de carbón, esta debe ser preparada para evitar que los alimentos se peguen a la bandeja o rejilla.
Corte una cebolla en dos partes, tome una mitad y mójela con aceite. Esto debe frotarlo en las rejillas antes de colocar los alimentos a asar.
4. Logre el ahumado con una parrilla de gas. Este sabor lo puede obtener colocando en la parrilla algunas astillas de madera envueltas en papel aluminio. Punce el papel para dejar salidas al humo y que llegue a los alimentos.
5. Pinchos a prueba de fuego. Para evitar que los pinchos o brochetas de madera que se quemen, lo ideal es ponerlas en remojo por unos 20 minutos antes de usarlas.
6. Control de tiempo y temperatura. Cada vez que realice un asado es importante que tenga presente la temperatura y los tiempos de cocción para cada alimento.
Puede recordarlo con una anotación pegada en la parrilla o en algún dispositivo que tenga siempre a mano.
7. Evite el uso de combustibles como gasolina o alcohol para encender una parrilla. Esto podría generar un accidente por flama, o darle un mal sabor al asado. Utilice leña, carbón o líquidos especiales para este fin.
8. Ase correctamente. Si bien el fuego es esencial en toda parrilla, esto no quiere decir que los alimentos deben ser expuestos directamente a las llamas intensas.
Por el contrario, para evitar que las carnes o cualquier otra preparación se rostice, se aconseja colocarlas a fuego indirecto, de manera que reciban el calor necesario y se cocinen homogéneamente.
Siga estos consejos y conviértase en el maestro parrillero de su hogar.