Desocupar para luego organizar

Desocupar para luego organizar

¿Le ha pasado que encuentra una camisa o vestido en su clóset y afirma “no me acordaba que tenía esto”? Probablemente es porque tiene demasiadas cosas que no le ayudan a visualizar todo lo que tiene y constantemente piensa “no tengo que ponerme”.

La organización del hogar, pero sobre todo del clóset, requiere ejecutar ciertas etapas para que la tarea sea satisfactoria y cumpla su objetivo.

En muchos hogares, el clóset no es solo para la ropa. Allí se guardan herramientas, utensilios de cocina, ropa de cama, recuerdos como, fotografías y objetos con valor sentimental; en fin, se convierte en una bodega, en un lugar de depósito de objetos y con ellos se acumulan el polvo y la humedad; al final estos espacios se convierten en áreas olvidadas y desordenadas.

Por eso le presentamos un pequeño manual de cómo y por dónde empezar a tener su clóset ideal.

Consejos iniciales

Procure iniciar a ordenar en horas de la mañana. Es en este momento cuando la mente está más despejada y serena para tomar decisiones sobre qué dejar, qué donar o qué botar.

El lugar donde va a realizar la tarea debe ser tranquilo. Si lo necesita, ponga música que disfrute y que le dé esa sensación de calma. Abra ventanas y puertas, deje el aire entrar a la habitación. Esto le ayudará a sentirse despierto y atento a la tarea que está realizando.

Preferiblemente ordene en solitario. La opinión de alguien más puede sesgar sus preferencias. En el caso de necesitar ayuda, busque a una persona cercana que conozca sus gustos y que sea una guía para su toma de decisiones.

Empiece por espacios pequeños. Eso le hará sumar pequeños logros y animarse y motivarse a ordenar cada vez más su casa.

Está demostrado científicamente que ordenar las diferentes áreas en el hogar producen felicidad. Ordenar libera espacio y libera su mente.

Paso a paso

El primer paso es deshacerse de las prendas que ya no se usan. Y para ello se necesita sacar todo lo que se encuentre en el espacio que va a ordenar. En este punto todo puede parecer más desordenado de como estaba, pero tenga calma, al final todo valdrá la pena.

Luego de tener todo a la vista proceda a establecer categorías de objetos: pantalones, blusas, camisas, faldas, vestidos, etc.

Analice si cada prenda ha sido utilizado en los últimos 6 meses o pregúntese ¿si tuviera la oportunidad lo compraría de nuevo? ¿Qué tanta falta le haría ese objeto? ¿Le trae un mal recuerdo o, por el contrario, le produce algún sentimiento de felicidad? Estas preguntas son un filtro importante para tomar su decisión.

La clave está en que si la prenda o el objeto ya no le genera la misma emoción que al inicio, simplemente usted no lo necesita.

Establezca un límite sobre la cantidad de objetos que se ajustan a su estilo de vida. ¿De verdad necesita 12 pantalones? ¿Más de 10 pares de zapatos? Recuerde el principio básico de que si compra algo nuevo, algo viejo debe ser desechado.

¿Guarda aún el manual de la batidora que compró hace 3 años? En internet lo puede conseguir, por lo que puede deshacerse de tanto papel que acumula desde hace años.

Haga tres divisiones: lo que se queda, lo que donará y lo que debe botar. Una vez que haya dividido los objetos no regrese a revisar cada uno, porque la tentación o el pensamiento de “esto sí lo podría usar” lo puede traicionar.

Para esto puede utilizar tres cestos de lavandería o tres cestos de malla para ropa.

Le aconsejamos iniciar a depurar su ropa, luego libros, papeles, objetos varios y los recuerdos sentimentales de último, dada su complejidad para deshacerse de ellos.

La nostalgia es la mejor amiga de la acumulación. Por eso, la ropa que le recuerde cierto momento de su vida no debería permanecer en su clóset. Los recuerdos y sensaciones se quedarán en su memoria, no en su ropa.

Evalúe cada uno de los accesorios que tiene en este espacio: zapatos, fajas, gorras, bisutería y bufandas. En estos casos aplique las mismas preguntas explicadas anteriormente y revise cuidadosamente el estado de cada uno.

Alejandra Zúñiga, organizadora de espacios, lo dice claramente: “Hay que tener presente que ordenar nos hace enfocarnos en la persona que queremos ser, y no la que fuimos en el pasado”.

Desechar objetos parece ser una tarea superficial, sin embargo es una gran herramienta para afinar la habilidad de tomar decisiones y hasta libera su espacio, su cuerpo y su mente de pensamientos que ya no le son útiles.

Es normal que en este momento usted experimente sentimientos de ansiedad y culpa, porque encontrará muchos objetos que no han sido bien aprovechados y siente un desperdicio de dinero.

Los expertos a nivel mundial en el tema de organización aconsejan tener un solo espacio para cada categoría de objetos. Todo lo tecnológico junto, todos los utensilios extra de la cocina juntos, todas las herramientas en un mismo lugar.

Usted es el que decide qué se queda en su clóset y qué se va. Pero tome en cuenta que lo que se va debe salir lo antes posible de su casa, como máximo una semana; para que no estorbe ni regrese a su viejo lugar, sea por equivocación o tentación.

Con menos objetos en su clóset, el aire circulará más fácilmente. Sin embargo, puede optar por colocar un deshumedecedor 450g neutro para clóset. Este artículo es de fácil colocación, ya que se cuelga en el tubo de su clóset y le ayuda a prevenir el moho y los malos olores.

O bien puede colocar un deshumedecedor en caja de 450g, que le cubre un área de 35m3. Ha sido desarrollado para absorber y regular el exceso de humedad ambiental hasta un nivel óptimo.

Una vez terminada la depuración de objetos, es hora de volver a acomodar su clóset. Pero antes debe limpiar el espacio. Aproveche que está vacío para limpiar cada rincón.

Analice nuevas formas de almacenamiento para sus prendas y accesorios.

Es recomendable hacer esta tarea de depuración dos veces al año: al inicio y a medio año.

¿Por qué hacer esta depuración?

Todos en algún momento de la vida hemos tenido ordenar el clóset. De esta tarea de depuración nadie se salva. Así que lo mejor es verlo positivamente y con ánimo emprender la tarea.

El proceso de elección de la ropa y los objetos implica tomar conciencia de que lo elegido también habla de usted. Ayuda a cambiar la percepción que tiene sobre usted mismo. Es ser consciente de lo que es necesario guardar y lo que se almacena por apego.

Además, esta elección cala en el subconsciente. Empieza por objetos pero luego continúa hacia un ámbito más interpersonal. Elegir qué se queda en su hogar le ayudará a elegir mejor a las personas que quiere en su vida.

Cuando se analiza el uso de cada objeto y se llega a la conclusión de deshacerse de ellos, usted se dará cuenta del espacio en el que vive y de todo lo que ha acumulado en él.

Muchas veces el acumular se debe al pensamiento “en algún momento me podría servir”. Sin embargo, es importante tener claro que la ropa y los objetos deben cumplir su función en el tiempo presente.

Restar para sumar es otra razón para deshacerse de cosas. El hecho de tomar la iniciativa de ordenar, depurar y limpiar su clóset ya está provocando cambios en usted y su familia. Finalizar con esta tarea lo hará sentir bien por lo logrado y por el nuevo orden en su hogar.

¿Qué hacer con lo desechado?

Muchas municipalidades de nuestro país cuentan con programas de recolección de basura no tradicional. Esta es una buena oportunidad para poder botar todo aquello que usted ha decidido que no le será útil.

Toda la ropa, zapatos y bolsos que estén aún en buenas condiciones y limpios pueden ser donados a organizaciones de bien social.

A continuación, le brindamos los contactos de varias organizaciones que están anuentes a recibir sus donaciones:

Hogar Siembra

2438-9049

Obras del Espíritu Santo

2286-1717

Fundación Lloverá

info@lloveracomida.org

Lifting Hands

8866-7000