

Tener un automóvil es sinónimo de libertad, comodidad y eficiencia, tanto en la vida cotidiana como en viajes. Sin embargo, implica también una gran responsabilidad: mantenerlo en perfecto estado para asegurar su buen funcionamiento y garantizar la seguridad de quienes lo utilizan.
A continuación, le compartimos consejos fundamentales para que su vehículo se conserve en óptimas condiciones, tanto en lo estético como en lo mecánico.
Realizar chequeos periódicos es indispensable. Visite a su mecánico de confianza para revisar el estado del aceite, los frenos, filtros, batería y otras piezas clave. Estas revisiones permiten detectar y corregir a tiempo cualquier anomalía que, si se descuida, podría convertirse en una reparación costosa.
Tome en cuenta que el buen estado del motor depende de una lubricación adecuada. Mantener niveles correctos de aceite y realizar cambios con la frecuencia recomendada alarga la vida útil del vehículo.
Las luces también deben ser revisadas con regularidad.
Las llantas deben presentar un desgaste uniforme y contar con la presión adecuada. Una presión incorrecta puede afectar el consumo de combustible y la estabilidad del vehículo.
En cuanto a la batería, es recomendable hacer revisiones periódicas para asegurarse de que mantiene la carga adecuada y está bien conectada. Reemplazarla a tiempo evita fallos inesperados, especialmente en viajes largos o durante condiciones climáticas exigentes.




Contar con un es esencial. Incluya triángulos reflectivos, chaleco, cables de arranque, linterna, extintor y herramientas básicas. Estos elementos pueden marcar la diferencia ante un imprevisto en carretera.
Los triángulos de seguridad, por ejemplo, permiten alertar a otros conductores en caso de un problema en carretera. El chaleco reflectivo mejora su visibilidad y el extintor puede ser vital en caso de una emergencia con fuego.
Aproveche las herramientas tecnológicas a su favor. Un soporte para celular le permite usar aplicaciones de navegación de manera segura, sin distraerse al conducir. Asegúrese de fijarlo en un lugar accesible, sin obstaculizar la visibilidad.
La imagen de su vehículo refleja también la atención que le brinda. Mantenerlo limpio ayuda a conservar el valor del automóvil y mejora la experiencia de conducción. Lavar la carrocería con productos adecuados protege la pintura y evita el deterioro por polvo, sol o residuos químicos.
En el interior, aspire con regularidad y utilice paños adecuados para limpiar superficies. Una rutina de limpieza sencilla contribuye a preservar tanto la estética como la comodidad.
Al aplicar estos consejos, extiende la vida útil de su vehículo y mejora su rendimiento y seguridad. Invertir en mantenimiento preventivo y limpieza es una forma de cuidar y proteger a quienes le acompañan en el camino.
Equipo de Comunicación EPA