Así como el ambiente, la compañía y el sabor de los alimentos son fundamentales para disfrutar de un asado, también lo es la seguridad antes, durante y después de utilizar la parrilla.
Así que, la próxima vez que encienda su asador, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Siempre opere su parrilla en espacios exteriores, debido a que estas pueden producir monóxido de carbono u otras toxinas peligrosas para la salud de las personas y mascotas.
Adicionalmente, procure colocar el asador lejos de paredes, árboles o cualquier otro elemento que se pueda quemar.
- Revise el manual. Toda parrilla cuenta con una guía de instrucciones con las cuales usted debe estar familiarizado para evitar errores de uso y para sacar el máximo provecho al equipo.
Con el manual, también podrá verificar si todas las piezas del asador están correctamente ensambladas.
- Utensilios. Una de las formas más sencillas de protegerse es utilizando accesorios como delantal, guantes y utensilios fabricados para asar, los cuales cuentan con mangos largos, protegidos y con aislantes de calor.
También es importante que prevenga accidentes evitando el uso de ropa muy holgada o utilizando el cabello suelto, ya que en un descuido podrían tener contacto con las llamas.
- Limpieza. Mantener el asador limpio permite que los alimentos se cocinen bien y tengan buen sabor; además, reduce el riesgo de contaminación de la comida o que haya llamaradas difíciles de controlar.
Para este último caso, se recomienda tener a mano un extintor o un cubo de arena. El bicarbonato de sodio, también le puede ayudar a controlar el fuego en caso de emergencia.
- Esté pendiente de la parrilla en todo momento, aún cuando esté en proceso de enfriamiento.
Si hay niños o mascotas, debe asegurarse de que se mantengan a una distancia prudente, ya que, aunque haya dejado de cocinar, la parrilla mantendrá altas temperaturas por bastante tiempo.
- Si utiliza un asador de combustible como la parrilla de gas 50000 btu, debe iniciar el calentamiento con la tapa abierta para evitar un accidente a causa de una posible y peligrosa acumulación de gas.
- Utilice el líquido encendedor únicamente en parrillas de carbón. Después de iniciado el fuego evite su uso por completo y aléjelo del asador.
- Antes de encender la parrilla, revise detenidamente el cilindro y el sistema de suministro de gas y verifique que la manguera no se encuentre floja, torcida, obstruida, rota, derretida o manipulada de alguna manera.
Lo ideal es realizar una prueba de fuga al inicio de cada parrillada con una solución jabonosa. Si percibe el olor a gas, aléjese inmediatamente y, si es necesario, llame a los bomberos.
- Si cuenta con una parrilla o accesorios eléctricos, procure utilizar una extensión fabricada para exteriores.
- Apague correctamente el asador. En el caso de una parrilla de carbón, deje que las rocas se apaguen y enfríen completamente solas; si cuenta con una parrilla de gas, asegúrese de colocar las perillas en su lugar y cerrar el suministro del combustible.
En cualquiera de los casos, permita que la parrilla se enfríe totalmente antes de moverla o guardarla.